UNIDAD DE QUIÉNES Y PARA QUÉ
Goldman CL.
Hace varios días recibí un correo electrónico titulado “Por la Unidad del pueblo Triqui”, acto seguido leí en la prensa el llamado al diálogo-negociación de distintas organizaciones sociales con el objetivo de poner fin al conflicto de San Juan Copala y al respecto me permito una réplica. Sin afán de dictar el rumbo de la resistencia de los pobladores del municipio autónomo quiero hacer esta reflexión de dicho llamado.
Todo el asunto y confusión acerca de los acontecimientos en San Juan Copala nos obliga a recuperar su historia y su tradición de lucha por un lado y por el otro a analizar el desarrollo de sus organizaciones y su lugar en la política del estado de Oaxaca. Con este propósito nos hemos dado a la tarea de recuperar esta información para tener una idea más clara de la génesis de esta compleja problemática y con ello desenmascarar ciertas posiciones que ingenua o deliberadamente crean esta confusión, apologistas del indigenismo que creen que es imposible la penetración del capitalismo y su aparato de corrupción ambición y poder en estas sacrosantas comunidades, nada más falso.
El capitalismo como sistema económico y social encuentra múltiples caras para perpetuarse en su hegemonía, una de esas máscaras es la absorción de los movimientos sociales (que lo permiten) en la ficción de la democracia electoral burguesa; ahí escuchamos los gritos desesperados de “líderes” sociales y sindicales llamando a la negociación, al voto de castigo o al voto útil. Estos nefastos estafadores que ven de manera utilitaria el genuino clamor de los desposeídos por una vida plena; utilizan nuestra incapacidad de tomar la lucha y su rumbo en nuestras manos (sin intermediario alguno), como plataforma para incorporarse a las filas de los políticos profesionales.
Que todos tenemos historia eso es cierto, alguna más negra que otra, pero también tenemos presente y principios, así como ojos que nos permiten ver de qué lado corre la sangre y quién pone los muertos y en este caso, han sido los pobladores del municipio autónomo y hoy con la bota en el cuello y el despojo a cuestas se llama a un diálogo por la unidad, nada más cínico. Cómo negociar con quien ha tomado la vida de padres, madres, hijxs, hermanxs y abuelxs, en aras de la unidad de intereses irreconciliables, de los que siguen obteniendo la ganancia política y de los que sobreviven entre metralla y aún en estas condiciones reivindican su legítimo (jamás legal) derecho a autodeterminarse.
¿Unidad con el MULT que hace años está vinculado con el poder y con el estado que le hace el juego sucio al PRI al PAN o al PRD según le convenga y que se ha vuelto un brazo del estado para supeditar las luchas del pueblo triqui a los intereses del capitalismo oaxaqueño?, no.
Aquí no hay unidad posible, que cada quien tome su lado en esta guerra que se desarrolla en todos los aspectos de nuestra vida individual y social. Agudizar el conflicto que lleve a la ruina de nuestro enemigo y de todo aquel que le defienda o justifique, que las balas lluevan en el cielo contrario. No aportemos más muertos a esta guerra, ni hagamos de ellos mártires o banderas de lucha; intensifiquemos el fuego contra todo lo que nos oprime.
Aunque hoy múltiples voces nos inviten a la confusión diciendo que este problema es intercomunitario, que el pueblo triqui tendrá que resolverlo solo, debemos decir que sí, es el pueblo triqui quien implementará sus mecanismos de defensa y sobre todo de ofensiva; pero nuestra solidaridad no debe enmarañarse con cuentos chinos. La solución al conflicto de San Juan Copala solo pasa por el libre ejercicio de su autonomía y esto no esta ni estará a discusión o negociación alguna.
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