Es entonces momento de hablar de este mundo, este camino. 2 de Octubre del 2013, a calles de llegar a una de las formas de gritar rabia; a un Joven, para su mala suerte estudiante, para su mala suerte común, para su mala suerte pobre, para su mala suerte el. Lo detienen, lo golpean, lo torturan, y lo encarcelan.
A un joven común en huelga de hambre, como otros presos lo han hecho, como todos nosotros cuando no nos alcanza el dinero-tiempo-vida sin saber lo hemos hecho, lo dejan morir en silencio, hasta los que ayer fueron insurrección el “fueron” nunca más merecido.
Acerca de la huelga de hambre: El tiempo se queda y se burla perpetuo inmune de nuestra frágil vida, pero ignora que somos eternos en nuestra voluntad, siempre firme.
Ignora también como todos aquellos que no son comunes, que son la historia que pretende perpetuarse, que no hay más falsedad que el contar desde unos ojos la vida de otro.
Esas estrellas que se distinguen de la oscuridad vanidosas van dejando en sombra a lo más triste, haciendo de su brillo opaco yugo de otros. Que hacemos si la misma idea es la que llevó a Mario a manifestarse vivo, a sentirse presente a enfocarse claro a los ojos del enemigo, ¿Qué hacemos?
¿Nos atacamos entre nosotros? O ¿Atacamos juntos con nuestras diferencias ocultas a traición al enemigo más evidente? El poder ahora.
¿Qué hacemos entonces? Callamos seguros. Al fin no es el único preso muerto o el único muerto preso. Esa última afirmación es lo que en verdad somos todos en este tiempo a esta hora.
Si buscaban cándida esperanza no es la línea, si buscaban romanticismo revolucionario no es el momento. Y como mi golpe en letra muchos con caras simples sin necesidad de una foto una insolente carta o una placido poema les pueden decir que tan duro es vivir siendo comunes, siendo nadie.
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