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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Centenas de miles de personas protestan contra la dictadura de Berlusconi



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14 de diciembre 2010.

El centro de Roma ardía esta tarde; columnas de humo, coches y contenedores en llamas podían contemplarse desde la Piazza del Popolo, el corazón burgués de la capital italiana, donde la policía cargaba una y otra vez mientras los manifestantes se defendían lanzando adoquines.

Miles de jóvenes se enfrentaron a la policía al final de la masiva manifestación que, mientras el Parlamento debatía la moción de censura ganada por Berlusconi por tres votos, recorrió el centro de la ciudad.

Las protestas se han extendido a otras ciudades italianas y la batalla en la capital ha dejado por lo menos 30 heridos.

La victoria de Il Cavaliere tras la moción había desatado la indignación en Roma, donde se había congregado a lo largo del día una multitud procedente de toda Italia para protestar contra el Gobierno. El primer ministro sobrevivía al voto pero en la calle miles de personas gritaban su no al Gobierno. La mnifestación, concentrada ante el Senado y el Congreso, estalló en abucheos contra Berlusconi al oír por megafonía las palabras que anunciaban la victoria del primer ministro.

Ante el intento de la gente de entrar al Congreso, los represores comenzaron a cargar. Los manifestantes comenzaron entonces a volcar contenedores, a lanzar bombas de papel y pintura roja y a romper cristales de entidades bancarias, para responder a la violencia policial. Los antidisturbios continuaron cargando y lanzando gases lacrimógenos. Los manifestantes también lanzaron objetos contra el palacio Grazioli, la residencia del primer ministro, el palacio Madama (Senado) y palacio Montecitorio (Congreso).

Los estudiantes y los investigadores que han llegado desde el norte de el país -de Bolonia, Pavia y Urbino, por ejemplo-, se han concentrado bajo las columnas imponentes de "La Sapienza", la Universidad pública más representativa de Roma, que está liderando la protesta contra la reforma de los recortes en la enseñanza, aún no aprobada en el Senado. "Vamos a resistir un minuto más que vosotros", se leía en la pancarta que llevaban hoy.

Las facultades siguen movilizadas contra el proyecto de ley que recorta las financiaciones a la Universidad pública y las becas. En todo el país se mantienen facultades ocupadas y hay asambleas continuas. Pero hoy la cita era aquí, en la capital. "Para censurar desde abajo a un Gobierno incapaz y muerto", asegura, en un comunicado, la Unión de los Universitarios. Los edificios de la ciudadela de la Sapienza están forrados de carteles como el que colgaba esta mañana desde las ventanas de la facultad de Medicina: "Medicina pre-ocupada".

Como a menudo ocurre en Italia, los estudiantes eran los más numerosos y organizados y han marcado el ritmo de la protesta y del malestar. Pero no estaban solos. En las calles de una ciudad blindada por la policía, el NO a Berlusconi desfilaba compacto.

Las diferentes marchas confluyeron en la via de los Foros Imperiales: desde el Coliseo y el monumento blanco del Altar de la Patria se movía lento un único río de jóvenes, trabajadores, inmigrantes. Marchaban hacia el palacio de Montecitorio, la sede del Congreso, pero la Policía había cerrado el acceso a la zona donde se concentra los edificios que encarnan el poder, creando una gran área roja que impedía el acceso a grandes zonas del centro de la ciudad (alrededor del Pantheon y piazza Navona), donde se habían desplegado 2.000 agentes antidisturbios, además de otros cuerpos policiales de uniforme y de civil.

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