Ciudad Juárez, Guerrero, Michoacán y Distrito Federal son algunas de las entidades nombradas al publicar noticias de inseguridad donde un Cartel, una corriente permanente de violencia contra las mujeres, secuestros y robos a mano armada que muchas veces han sido acompañados de homicidios, aunado a una campaña de miedo, terminan siendo la justificación perfecta para anunciar orgullosa y públicamente la militarización del país.
¿De qué tienen que preocuparse las familias, que habitan en colonias donde pocas veces llega el agua y cuando llega lo hace como un río desbordado; los campesinos en resistencia a políticas colonialistas, hostigados por grupos paramilitares; los jóvenes en las calles excluidos de la participación social, víctimas de la “seguridad pública” encarnada por policías frustrados, cuando escuchan hasta el hartazgo que un ex-senador ha desaparecido producto de la inaguantable inseguridad que invade al país?
Si buscan inducirnos al miedo pareciese que no hace más falta que repetirnos por todos los medios posibles que nosotros no podemos hacer nada contra la injusticia, pues nuestra fuerza individual se ha visto mermada por la imposibilidad de organización social y la carencia de medios que jamás lograremos conquistar. Pero, contrario a esa idea, el inicio de la conquista de los medios por parte de grupos con miras a la autogestión en Oaxaca, Chiapas, Morelos, México, DF, demuestran al Estado, con todo y la parte del pueblo que se deja comprar, que es posible arrebatarlos para utilizarlos a favor de la organización libre.
SoLIDariDAda con la resistencia y LA DEsobEDiEnciA
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